Los baños se reconocen como lugares con alto riesgo de crecimiento y transmisión bacteriana. Cada vez que se descarga un inodoro, se puede pulverizar una fina neblina de aerosol en el aire, en un área de hasta 6 m2. Esta niebla puede contener muchos tipos de bacterias fecales que pueden causar enfermedades. Se ha investigado el riesgo potencial de que los secadores de aire caliente contribuyan a la contaminación del aire en hospitales. Varios estudios han comparado la dispersión bacteriana causada por los secadores de aire caliente con la causada por las toallas de papel. La dispersión de bacterias por los secadores de aire caliente se encontró dentro de un radio de aproximadamente 1-2 m de los secadores de aire caliente. Cuando se usaron toallas de papel para secar las manos, no se encontró dispersión de bacterias. Por lo tanto, los investigadores alegan que los secadores de aire caliente no son aptos para su uso en áreas de cuidados críticos porque pueden contribuir a la contaminación cruzada ya sea por diseminación aérea o por personal contaminado.

Otros estudios han informado que al secarse las manos con secadores de aire caliente no es probable que se genere una contaminación en el aire. Encontraron que los niveles de microorganismos en las superficies externas de los secadores de aire caliente no eran diferentes a los encontrados en otras superficies del baño. Por lo tanto, los autores argumentaron que los secadores de aire caliente eran apropiados para su uso tanto en la industria de la salud, como en la de alimentos.