El tema de defensa alimentaria surgió en Estados Unidos en el año 2002, después de los ataques terroristas del 11 de septiembre, cuando fue oficialmente definido por la Ley para la Seguridad en Salud Pública y Preparación y Respuesta ante el Bioterrorismo (conocida como Ley de Bioterrorismo) cuyo objetivo principal es la protección de la cadena de suministro de la contaminación intencional.

Definición de defensa alimentaria:
Es el esfuerzo para proteger los alimentos contra actos intencionales de adulteración que tienen la intención de causar daño a la salud pública a gran escala.

En el 2007, la Organización Mundial de la Salud identificó la contaminación intencional de los alimentos, como una de las principales amenazas a la salud pública del siglo 21, asegurando que los alimentos se han convertido en un instrumento para ataques terroristas.
A partir de la publicación de la Ley de bioterrorismo, la industria de alimentos comenzó a prepararse para protegerse contra actos intencionados, tanto en Estados Unidos como en otros países que quisieran exportar a Estados Unidos, reforzando medidas de seguridad en exteriores y estableciendo controles internos para evitar la contaminación intencional.

Últimas actualizaciones

En el 2011 se publica la Ley de Modernización de la Seguridad de los Alimentos (FSMA – Food Safety Modernization Act), de la cual se deriva la regulación de Actos Intencionales (IA rule) «Estrategias de mitigación para proteger los alimentos de la adulteración intencional». En marzo del 2019 la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, Food and Drug Administration) publica la guía para cumplir con la regulación de actos intencionales.

En el 2014 el Instituto de Estándares Británico (BSI, British Standards Institution) publicó la «Guía para proteger y defender los alimentos y bebidas de ataques deliberados» , conocido como PAS 96, a través de la cual se busca proveer a la industria una guía para mitigar las amenazas al suministro de alimentos contra actos intencionales. Esta guía ha sido ampliamente adoptada por la industria de alimentos y recomendada por los estándares de inocuidad.

La nueva guía publicada por FDA para cumplir con la regulación de Actos Intencionales muestra un enfoque principal en el proceso, es decir, las empresas deben establecer estrategias para proteger los alimentos considerando la posibilidad de que el atacante sea interno, alguien con acceso legítimo a las instalaciones, asumiendo que tiene un entendimiento básico de las operaciones de la instalación y de los productos que se elaboran, y que además tiene la habilidad de adquirir y usar un contaminante letal, capaz de resistir el proceso y de no ser detectado a simple vista. Y así con este enfoque hacer un análisis de vulnerabilidades de su proceso para detectar dónde es pertinente establecer estrategias de mitigación .

Las estrategias de mitigación son medidas apropiadas, basadas en riesgos, que una persona con conocimiento de defensa alimentaria emplearía para prevenir o minimizar vulnerabilidades significativas identificadas en pasos accionables del proceso (resultantes del análisis de vulnerabilidad).

La finalidad que la empresa cuente con estrategias de mitigación es para minimizar o prevenir la adulteración intencional.
Además de la regulación y su guía, FDA ha desarrollado herramientas para ayudar a la industria a desarrollar sus programas de defensa alimentaria como son Food Defense Mitigation Strategies Database (FDMSD) y Food Defense Plan Builder (FDPB). La FDMSD es una base de datos con estrategias para reducir el riesgo de adulteración intencional, según diferentes etapas de distintos procesos y la FDPB es una herramienta que ayuda en el desarrollo de un plan de defensa de alimentos de tal manera que sea específico para cada empresa.