La asfixia es el impedimento para respirar por la obstrucción con un cuerpo extraño de las vías respiratorias internas incluyendo faringe y tráquea. Constituye un problema de salud pública importante para niños pequeños causado principalmente por comida, monedas y juguetes. A continuación presentamos algunos datos importantes de la asfixia en niños causada por alimentos:

El riesgo potencial de asfixia por alimentos es considerado especialmente para niños pequeños porque su tráquea es más pequeña, y su mecanismo de deglución y capacidad de masticar están menos desarrollados que los de un adulto.

La forma, tamaño y consistencia del alimento incrementan su potencial de causar asfixia en niños; por ejemplo, alimentos en forma cilíndrica o que por su consistencia pueden ser moldeables (como los bombones) tienen altas probabilidades de atorarse en la garganta del niño.
El comportamiento de los niños durante la comida también puede incrementar el riesgo de asfixia, como es el caminar, correr, hablar o reír mientras comen.
Los hot dogs son el alimento más comúnmente asociado a casos de asfixia fatal en niños.
Otros alimentos de alto riesgo son: caramelo duro, zanahorias crudas, manzanas, palomitas, cucharadas de crema de cacahuate, bombones y goma de mascar.
Durante el 2001 en Estados Unidos, de los niños menores de 14 años tratados por asfixia en hospitales el 59.5% fue por asfixia relacionada con alimentos.
Aproximadamente 66 a 77 niños menores de 10 años mueren cada año en Estados Unidos por asfixia con alimentos.
Aunque existen ciertas regulaciones para proteger a los niños de asfixia o lesiones causadas por juguetes, actualmente no existen estándares oficiales relacionados al riesgo de asfixia en niños causado por alimentos.
La Ley Federal de Sustancias Peligrosas de los Estados Unidos (FHSA, por sus siglas en inglés) define una prueba de tamaño de objetos, típicamente utilizada en juguetes, usando un dispositivo de prueba de objetos pequeños (SPTF, por sus siglas en inglés). El dispositivo es un cilindro truncado con un diámetro determinado de 3.17 cm que simula la boca del niño, con una profundidad entre 2.54 y 5.71 cm que simula la faringe del niño. Un objeto es considerado pequeño y peligroso para niños si se ajusta completamente en el SPTF, y por lo tanto deben tener etiqueta de advertencia de que son peligrosos para niños menores de tres años. Este dispositivo puede ser muy útil para el diseño de productos alimenticios para niños, ya que es básicamente el mismo principio, si el alimento encaja completamente en el dispositivo, existe el riesgo que cause asfixia en niños menores.
Es importante comenzar a tomar acción para prevenir la asfixia causada por alimentos, prinicipalmente en niños pequeños, estableciendo estándares y criterios como el etiquetar apropiadamente los alimentos con advertencias de riesgo de asfixia o en su caso rediseñar la forma y tamaño de los productos para evitar sean un peligro potencial. Por otra parte, generalmente se considera como objetos extraños, peligrosos, vidrio, metales, plásticos duros que pueden generar lesiones o heridas, sin embargo, plásticos suaves (pedazos de bolsas, guantes) que podrían introducirse en el producto de forma no intencionada, podrían también causar asfixia. Según la Food Safety Preventive Controls Alliance (FSPCA) en su manual del curso de “Controles Preventivos para alimentos para consumo humano”, currículo aprobado por Food and Drug Administration (FDA) en la ley de Modernización de la Inocuidad de los Alimentos (FSMA, por sus siglas en inglés) recomienda se incluya como parte del análisis de peligros aquellos alimentos y objetos extraños con la posibilidad de causar asfixia, principalmente en niños pequeños. Mientras se generan criterios y normas más detallados al respecto, es importante concientizar e informar a los padres, maestros, y consumidores en general acerca de este tema.