«El consumo de agua y alimentos contaminados continúa siendo una de las mayores causas de morbilidad en el mundo. Un estudio llevado a cabo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Foodborne Diseases Burden Epidemiology Reference Group (WHO FERG), estimó que las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA) causan anualmente 600 millones de casos de enfermedad, 420,000 muertes, y 33 millones de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD). Las ETA son especialmente importantes en la población infantil. Aunque la población menor de 5 años representa solo el 9% del total de la población, el estudio estimó que el 40% de la carga de enfermedad de ETA se asocia a este grupo etario (2). Los alimentos de origen animal siguen siendo la principal fuente de ETA a nivel mundial, como el Norovirus, Salmonella entérica no-tifoidea y Campylobacter spp. Se estima que la Salmonella no-tifoidea causa anualmente 80 millones de casos de infección y 60,000 muertes mientras que el Campylobacter spp, causa 95 millones de casos de infección y 21,000 muertes (2).
Un estudio publicado por el Banco Mundial cifra en más de 95,000 millones de dólares el impacto de las ETA a nivel mundial por las pérdidas en la productividad derivadas del número de personas que se enferman anualmente y la renta bruta per cápita. A esa cifra hay que añadir el coste de tratamiento médico que el estudio estimó en 15,000 millones de dólares anuales. A su vez, el impacto en mercados nacionales no es despreciable, ya que, como consecuencia de los casos de ETA, los consumidores dejan de consumir ciertos alimentos producen graves consecuencias económicas en los mercados que el informe del Banco Mundial cifra en 110,000 millones de dólares (6).
BIBLIOGRAFÍA: Evaluación de riesgos microbiológicos en alimentos. Guía de implementación para los países. OPS