El factor clave para el éxito de las empresas de alimentos en la actualidad ha sido comprender las respuestas del comportamiento del consumidor al COVID-19 y adaptar rápidamente los planes operativos a las restricciones que se han presentado. Sin embargo, en el mediano y largo plazo dependerá más de saber aprovechar las oportunidades que se vislumbran y capitalizar los aprendizajes.
¿Qué se puede visualizar para el mediano plazo?
- Cadenas de valor más cortas, principalmente para productos frescos. Descentralización de los sistemas alimentarios para producir una mayor proporción de alimentos más saludables y nutritivos (en algunos países se verá una reducción de importaciones). Oportunidades de crecimiento para productores locales y regionales.
- El desempleo y menores ingresos disponibles aumentarán la frugalidad del consumidor, cambiando a una combinación de valor y sabor, lo que resultará en compras a marcas confiables y comida reconfortante.
- Al estar en casa trabajando y estudiando los consumidores buscarán más productos que le den seguridad y larga vida de anaquel; los congelados y fáciles de preparar serán los más demandados.
- Las marcas ya consolidadas se fortalecerán por ser marcas de confianza, las nuevas marcas tendrán dificultades. La supervivencia de estas dependerá de la capacidad de crear conciencia sobre nuevos productos de forma digital y atender los nuevos canales de venta.
- Fortalecimiento de las cadenas de suministro. Muchas empresas buscarán conocer más a fondo a sus proveedores, su localización, su capacidad de producción y sistemas de inocuidad.
- Al reposicionarse la información científica se puede esperar mayor presión para demostrar con evidencia las leyendas que presumen los productos. Así como presión y atención para evitar fraudes en alimentos.
- Las empresas buscarán desarrollar y resaltar más las competencias humanas de adaptación y flexibilidad en su personal para enfrentar los desafíos de adaptarse a cambios en la disponibilidad de mano de obra debido a enfermedades, cambio de horario de trabajo, interrupciones de suministro de proveedores críticos, interrupciones de transporte y racionalización de productos.
5 situaciones que pueden aprovechar los responsables de coordinar los esfuerzos de inocuidad en las plantas:
- Que la alta dirección está más consciente de la importancia de invertir en prevención y en los Sistemas de Inocuidad.
- Capitalizar los aprendizajes para fortalecer los programas de manejo de crisis.
- Que el personal en general está más receptivo a aprender sobre los temas de inocuidad y más conscientes de su importancia.
- Fortalecer las colaboraciones con proveedores, distribuidores y comercializadores que se establecieron para salir adelante ante la emergencia.
- Potencializar nuevos líderes en la organización, personas que se hayan destacado por manejar la situación de emergencia con ecuanimidad e influyendo de manera positiva en otras personas.
5 aspectos que deben cuidar los responsables de coordinar los esfuerzos de inocuidad en las plantas:
- No caer en excesos en el uso de empaques por querer demostrar una mayor protección del producto en cuanto a inocuidad.
- No caer en uso excesivo de químicos de limpieza y sanitización, poniendo en riesgo al personal.
- Analizar bien las prácticas operativas nuevas que se implementan cuidando que estas no sean incorrectas o mal aplicadas resultando contraproducentes en la seguridad del producto.
- No incrementar el desperdicio de alimentos por temor no sustentado.
- Supervisar con detalle las prácticas de higiene básicas, lavado de manos, uso de cubreboca y contaminación cruzada. No considerar que por que la gente está ampliamente expuesta a través de los medios de comunicación a estos temas, saben hacerlas correctamente.